Ductus arterioso persistente

¿Qué es?

(© Competence Network for Congenital Heart Defects)

“Ductus arterioso” es el nombre del vaso que transporta la sangre entre la aorta y la arteria pulmonar en el feto. “Persistente” significa que sigue existiendo. Por tanto, “Ductus arterioso persistente” (DAP) significa que el tubo sigue abierto después del nacimiento.

En los neonatos, el ductus arterioso normalmente se cierra poco después del nacimiento. En ocasiones, sin embargo, el mecanismo de cierre no funciona y la conexión permanece abierta (ductus arterioso persistente). Esta afección también se conoce como ductus arterioso patente (en el sentido de abierto).

Antes de nacer, la circulación fetal normal depende del paso de la sangre de la arteria pulmonar a la aorta a través del ductus arterioso. El ductus se empieza a cerrar durante las primeras horas de vida. Si el ductus no se cierra, la sangre pasará de la aorta a la arteria pulmonar y, a continuación, a los pulmones. Esto provocará que el corazón y los pulmones tengan que realizar más trabajo.

Se trata de una afección común en bebés prematuros.

En ocasiones, el DAP convive con otras cardiopatías como, por ejemplo, la estenosis aórtica.

En algunos casos, el cardiólogo puede utilizar un medicamento llamado prostaglandina para mantener el ductus abierto de forma deliberada. Por ejemplo, en afecciones coronarias como la atresia pulmonar, esto aumentará el flujo sanguíneo a los pulmones. En enfermedades como la estenosis aórtica, esto incrementará el torrente de sangre que llega a la aorta y, por tanto, al organismo.

Diagnóstico

El DAP no se puede diagnosticar durante el embarazo, ya que forma parte del sistema circulatorio fetal normal antes del nacimiento.
Vuestro bebé puede tener insuficiencia respiratoria, dificultades a la hora de comer y es posible que le cueste ganar peso. Asimismo, puede que sufra infecciones torácicas frecuentes.

Muchos bebés y niños no presentarán ningún síntoma y sólo se podrá diagnosticar a través de un soplo. Dicho soplo cardíaco es el sonido de la sangre moviéndose a través del ductus y es normal en muchos bebés durante los primeros días de vida hasta que el ductus se cierre por completo.

Cuando se escucha un soplo cardíaco, se pueden realizar las siguientes pruebas:

  • Tomar el pulso, la presión sanguínea, la temperatura y el número de respiraciones del bebé por minuto.
  • Buscar cambios en el sonido del corazón mediante un estetoscopio.
  • Realizar una valoración de la saturación de oxígeno (pulsioximetría) para medir cuánto oxígeno transporta la sangre.
  • Realizar una radiografía torácica para ver el tamaño y localización del corazón.
  • Realizar un electrocardiograma (ECG) para medir la actividad eléctrica.
  • Realizar una ecografía (ecocardiograma) para ver la circulación de la sangre por el corazón.
  • Comprobar el equilibrio químico en sangre y orina.
  • Realizar un cateterismo o una resonancia magnética (RM).
  • En niños más mayores, normalmente, el diagnóstico se realiza como consecuencia del soplo cardíaco y, probablemente, sólo se necesite un ecocardiograma para confirmar la existencia del DAP.

Tratamiento

Si el ductus es muy grande, en especial, en bebés prematuros, el primer tratamiento es médico.

Se pueden suministrar medicinas como el Ibuprofeno o la Indometacina a los bebés prematuros para intentar cerrar el ductus. En caso de que dichos medicamentos no se puedan utilizar, en función del tamaño del ductus arterioso, se precisará cirugía.

En el caso de bebés con insuficiencia respiratoria o problemas de alimentación debido al exceso de sangre que llega a los pulmones a través del ductus arterioso, los pulmones se pueden “encharcar” o llenar de fluidos. Si este es el caso, vuestro hijo necesitará medicación para eliminar el exceso de fluidos (diuréticos).

Dado que el ductus se encuentra fuera del corazón, se puede cerrar quirúrgicamente sin necesidad de detener el corazón o de instalar un bypass.

Tras la intervención quirúrgica, vuestro hijo tendrá una pequeña cicatriz en el lado izquierdo del tórax. Normalmente, la estancia hospitalaria es breve y dura pocos días, en función del estado en que se encontrara antes de la operación. En el caso de bebés prematuros, la estancia hospitalaria se alargará mucho más.

En la mayor parte de los casos de DAP en niños de mayor edad, el ductus se cierra sin necesidad de cirugía. Se utiliza un tubo fino y largo, llamado catéter, para instalar un mecanismo de cierre (normalmente, coils o amplazer) en el ductus arterioso. El catéter se deslizará a lo largo de un vaso sanguíneo desde la ingle hasta llegar al corazón y al ductus, donde se instalará un dispositivo que se expandirá y lo bloqueará. La estancia hospitalaria durará uno o dos días.

Para la mayoría de los niños, el catéter o la intervención quirúrgica son de bajo riesgo, pero también depende del estado en que se encuentre vuestro hijo. Los médicos os explicarán detalladamente los riesgos que conlleva la operación antes de pediros vuestro consentimiento.

Cómo afecta a vuestro hijo

Los niños se encuentran completamente bien poco después de la operación o del cierre mediante catéter, también depende del estado en que se encuentre vuestro hijo. En líneas generales, tendrán que someterse a revisiones durante dos años aproximadamente y, si todo va bien, no precisarán más seguimiento.

Autor(es): Children’s Heart Federation
Última actualización: 2012-04-26