Transposición de las Grandes Arterias (TGA)

Así pues, la Transposición de las Grandes Arterias describe una situación en la que la arteria pulmonar se encuentra donde debería estar la aorta y transporta sangre roja desde el ventrículo izquierdo hasta los pulmones y la aorta está en la posición original de la arteria pulmonar y hace llegar la sangre azul a todo el organismo.

Medicación: es posible que los médicos decidan suministrar medicamentos a vuestro hijo (Prostaglandina) para mantener activa la circulación fetal. Esto permitirá que cierta cantidad de sangre desoxigenada fluya desde la aorta hasta la arteria pulmonar.

Septostomía con catéter balón: otro modo de incrementar la cantidad de sangre roja que llega a la aorta es ampliar el orificio presente entre las aurículas. Esto implica introducir un tubo fino (un catéter) por el ombligo o la ingle hasta el corazón y a través del orificio entre las aurículas. A continuación, se infla un balón situado en el extremo y se retira para hacer el agujero más grande.

Cirugía correctiva: se trata de una operación a corazón abierto; habrá que detener y abrir el corazón para repararlo. Es decir, se instalará una máquina de circulación extracorpórea para que realice el trabajo que le correspondería hacer al corazón en circunstancias normales. El objetivo de la operación consiste en hacer que la sangre circule normalmente por el corazón y los pulmones.  

Por lo general, en los primeros días de vida se suele realizar una operación llamada switch arterial. Las arterias pulmonar y aorta se seccionan y se vuelven a colocar en la parte correcta del corazón. También deberán recolocarse las arterias que suministran sangre roja al corazón (las arterias coronarias).

Asimismo, se cerrarán los orificios existentes entre ambos lados del corazón.

Si vuestro hijo padece otras cardiopatías, el tipo de operación al que se le someterá dependerá de cuál sea la mejor forma de modificar el corazón para intentar solucionar todas las afecciones existentes.

En la mayoría de los casos, se trata de una operación de bajo riesgo, pero también depende del estado en que se encuentre el niño. Los médicos os explicarán detalladamente los riesgos que conlleva la operación antes de pediros vuestro consentimiento.

Después de la operación, la estancia hospitalaria suele durar de diez a doce días, de los cuales, uno o dos se pasan en la UCI. Por supuesto, esto depende del estado en que se encuentre vuestro hijo, antes y después de la operación, y de si surge algún tipo de complicación.

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Autor(es): Children’s Heart Federation
Última actualización: 2012-06-11