Monitorización exhaustiva de embarazadas con cardiopatías
- Patrizia Presbitero (© Privado)
Patrizia Presbitero es una de las principales autoridades europeas en materia de cardiopatías y embarazo y ha realizado el seguimiento de cientos de mujeres con cardiopatías congénitas durante la gestación y el parto.
“Definitivamente, las mujeres con cardiopatías congénitas muestran más ansiedad que otras mujeres embarazadas —comenta Patrizia Presbitero—. No sólo se preocupan por su hijo, sino que también tienen que tener en cuenta su propia afección cardiaca. Las mayores preocupaciones suelen surgir después de dar a luz. Normalmente, se preguntan: ¿voy a poder con todo esto? ¿Podré ver crecer a mi hijo? Y a esto se une el miedo a que el niño también presente una cardiopatía”. No obstante, Patrizia anima a sus pacientes a ser madres.
Los temores se multiplican
Patrizia cree que los médicos tienen la culpa de muchos de los temores de estas mujeres. Comenta que los profesionales de la medicina no están acostumbrados a tratar con cardiopatías congénitas y que transmiten sus propias preocupaciones al paciente. “Por eso son tan importantes los médicos de cabecera —afirma Patrizia—. Estas mujeres han convivido toda su vida con la cardiopatía en cuestión. Están familiarizadas con los síntomas, los evalúan a cada instante y, en realidad, tienden a minimizarlos”, apunta.
La falta de conocimiento y la recomendación de abortar
Patrizia Presbitero trabaja en el Instituto Humanitas de Milán (Italia). Normalmente, trata a pacientes que se han quedado embarazadas una o dos veces y cuyos médicos las han convencido para que abortasen. “Estamos ante una carga innecesaria para las mujeres que puede atribuirse a la ignorancia por parte de los médicos” comenta Patrizia. Otra idea errónea es que estas mujeres deben dar a luz antes de salir de cuentas. “Si, por ejemplo, una mujer tiene una válvula mecánica, el médico programará el parto antes de los siete meses de gestación. Sin embargo, no está haciendo lo correcto. Si todo va bien, la mayoría de estos embarazos pueden, y deben, llegar a término. Debemos evitar el nacimiento de niños prematuros siempre que podamos” nos comenta esta cardióloga.
El embarazo y el parto en mujeres con cardiopatías congénitas deben someterse a un seguimiento en hospitales con equipos multidisciplinares para adultos que padezcan este tipo de afecciones. “Por desgracia, muchos países cuentan con escasa organización a este respecto, especialmente los países del sur y del este de Europa”.
Lo ideal: madres jóvenes y embarazos planificados
La gran mayoría de mujeres con cardiopatías congénitas puede tener hijos con independencia de la gravedad de su afección y sin importar si han sido sometidas a muchas operaciones, a una o a ninguna. “Esto es consecuencia directa de los avances quirúrgicos. No obstante, hablamos de corazones con cicatrices y la cirugía no es la panacea. Por eso tenemos que vigilarlos muy de cerca”, afirma Patrizia. Esto implica monitorizar los factores de riesgo y evaluar la capacidad de rendimiento físico, puesto que dar a luz es bastante duro. “Hay periodos en los que la circulación duplica su caudal sanguíneo habitual. Lo ideal es que todas las mujeres se sometan a un examen pormenorizado antes de quedarse embarazadas pero, en la práctica, las cosas no funcionan así. Los cardiólogos deberíamos animar a las mujeres con cardiopatías congénitas a quedarse embarazadas cuando son jóvenes. Esto reduce muchos factores de riesgo, como la hipertensión y el colesterol, y disminuye el peligro de arritmia”.
Herencia genética y daño fetal
Determinadas cardiopatías aumentan el riesgo de que el feto resulte dañado o no logre sobrevivir al parto. Entre estas afecciones se encuentran los estados cianóticos con oxigenación débil, que pueden hacer que el feto reciba muy poca sangre y oxígeno. El riesgo de perder al bebé se reduce de manera sustancial, si el hospital realiza un seguimiento adecuado.
“A la mayoría de mis pacientes también les preocupa la herencia genética. Les hacemos electrocardiogramas y les facilitamos las respuestas oportunas. Al cabo de seis meses, sabremos perfectamente si el feto presenta alguna cardiopatía. Si el niño sufre una cardiopatía, rara vez será la misma que la que padece la madre”, afirma Patrizia. También subraya que no se ha demostrado el carácter hereditario de determinados tipos de cardiopatías, aunque su grado de incidencia es mayor en ciertas familias.
Complicaciones
El riesgo de que se produzcan complicaciones durante el embarazo no es necesariamente proporcional a la gravedad de la cardiopatía que sufre la madre. “Podríamos decir que, cuanto más complicado es el nombre de la afección que se padece, mayor es el riesgo de que surjan complicaciones. Sin embargo, la experiencia demuestra que las complicaciones cardiacas pueden darse incluso si la afección es moderada”, nos revela Patrizia. Esto es atribuible a los importantes cambios en la circulación sanguínea que tienen lugar durante el embarazo.
Los dos diagnósticos que probablemente suponen un mayor riesgo para la gestación son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el síndrome de Eisenmenger. Estas afecciones entrañan un mayor riesgo de muerte súbita, especialmente entre el nacimiento y la primera semana de vida del bebé. Las mujeres que se han sometido a una operación de Fontan y las que padecen el síndrome de Marfan también se encuentran entre las mujeres que están expuestas a un mayor riesgo, aunque constituyen un porcentaje muy reducido. En su momento, las mujeres embarazadas con síndrome de Marfan presentaban una elevada tasa de mortalidad, pero también se han logrado grandes avances a este respecto. No obstante, según comenta Patrizia, las mujeres con raíces aórticas muy dilatadas deberían evitar quedarse embarazadas. “Muchas enfermas de Marfan han de someterse a cirugía después del embarazo, pero se da el mismo número de seguimientos en pacientes que nunca se han quedado embarazadas. Por tanto, el embarazo no afecta a la enfermedad”, comenta.
Cirugía en mujeres embarazadas
La estenosis mitral y la estenosis aórtica son otros de los diagnósticos que pueden causar complicaciones. En su momento, la mortalidad durante el embarazo de mujeres con estenosis aórtica era del 7%. Hoy en día, esta tasa es prácticamente nula. No obstante, el 4% de las mujeres embarazadas con estenosis aórtica debe someterse a un tratamiento quirúrgico durante la gestación (valvuloplastia). De entre los cuadros más graves, el 41% deberá ser intervenido después de dar a luz. “Las operaciones de pacientes con estenosis son muy comunes y los resultados son positivos”, asegura Patrizia. La excepción corre por cuenta de la estenosis coronaria. “En esta afección, hemos obtenido resultados desiguales, principalmente porque los pacientes acuden a nosotros demasiado tarde. Esto subraya la importancia de llevar a cabo un seguimiento continuo”.
Sobre Patrizia Presbitero
La Dra. Patrizia Presbitero se licenció en Medicina por la Universidad de Turín en 1973 y finalizó la especialidad en cardiología tres años más tarde. Su extensa trayectoria profesional comenzó en el Hospital Molinette de Turín. Más tarde, trabajó como médica adjunta e investigadora en el National Heart Hospital y en el Hospital for Sick Children de Londres y recibió formación en materia de cardiología tanto en la Universidad de Turín como en el Hospital Giovanni Bosco de dicha ciudad. Desde 1997, se encuentra al frente del departamento de cardiología invasiva en Humanitas. La Dra. Presbitero es una experta de renombre internacional en materia de cardiopatías congénitas, con tratamiento quirúrgico o no, y trabaja especialmente con pacientes adultos. Entre 1994 y 1996, dirigió el Grupo de trabajo de la ESC sobre cardiopatías congénitas en adultos. Su experiencia profesional abarca campos como la hemodinámica y diversos tipos de cateterismos y cirugías cardiacas. La Dra. Presbitero ha publicado más de 100 artículos científicos en destacadas publicaciones nacionales e internacionales.
Comentarios sobre este artículo
Liebe grüße, Jacqueline Paul
¿Te gustaría contarnos tu experiencia? Escribe un comentario sobre este artículo.