Nunca desaconsejamos las relaciones sexuales

Gunilla Andulv

Como enfermera, es muy importante dedicar tiempo a escuchar a los pacientes. Gunilla Andulv, enfermera de adultos con cardiopatías congénitas, siempre les reserva al menos una hora y la conversación suele derivar hacia inquietudes sobre sexualidad y temas afines.

En la clínica para adultos con cardiopatías congénitas del Hospital de Östra, en Gotemburgo, se toman su tiempo para escuchar a los pacientes. Muchos de ellos han recorrido una larga distancia para llegar y valoran tener una sesión de una hora y que siempre les atienda la misma enfermera. “Lo más divertido de este trabajo son las relaciones tan estrechas y profundas que establecemos con los pacientes —comenta Gunilla Andulv—. Confían en nosotros”.

La confianza entre la enfermera y el paciente es crucial si éste último quiere sentirse cómodo al plantear sus dudas sobre todos los temas que le preocupan como, por ejemplo, la sexualidad. “Nuestros pacientes son como cualquier otra persona y nunca les desaconsejamos las relaciones sexuales pero, si padeces una cardiopatía congénita, a veces tienes que pensar de un modo algo distinto, ser un poco más cauteloso y tomar más medidas de precaución contra infecciones y embarazos”, comenta esta enfermera.

Facilitar la información con antelación

Cuando, en los últimos años de la adolescencia, los pacientes pasan del cardiólogo pediátrico a la asistencia sanitaria para adultos y a una clínica de adultos con cardiopatías congénitas, éstos reciben información por primera vez sobre su cardiopatía en lo relativo a la sexualidad, el embarazo y los métodos anticonceptivos. “Estamos ante una gran carencia —comenta Gunilla—, pero soy consciente de que los cardiólogos pediátricos ya han comenzado a tratar este tema".
En algunos casos, lo ideal sería comenzar a hablar de sexualidad y embarazo cuando los pacientes tienen entre 10 y 12 años. Esto sería especialmente útil en el caso de chicas con cardiopatías tan complejas que, más adelante, su médico les desaconsejara quedarse embarazadas. “No es nada agradable tener que decirle a una mujer que está planeando quedarse embarazada que su decisión podría ponerla en peligro”.

Escuchar al paciente

Gunilla reitera la importancia de dedicar mucho tiempo a los pacientes. Como enfermeras, también deben  captar a las personas, saber si se sienten cómodos durante una conversación y mostrar empatía.
“A veces surgen preguntas sobre anticonceptivos casi de pasada, empezamos a hablar y, al final de la conversación, descubrimos que la paciente ya está embarazada. Otras son más directas”.

La verdad es que hay muchas preguntas que precisan respuesta: los pacientes suelen expresar preocupación sobre lo que le ocurre al corazón durante una relación sexual y, de hecho, preguntan si deberían abstenerse. En la clínica para adultos con cardiopatías congénitas de Gotemburgo han optado por restar importancia a los temas sexuales, a veces con la ayuda de imágenes. Una ilustra la idea de que puedes mantener relaciones sexuales si eres capaz de andar 300 – 400 metros en llano y a paso rápido y, a continuación, subir dos tramos de escalera. “En determinadas ocasiones, también les hemos enseñado las imágenes a los padres y algunos se han sorprendido".

Dejar que los padres se distancien

Cuando la clínica para adultos con cardiopatías congénitas abrió sus puertas allá por 1996, era habitual que los padres acompañaran a sus hijos al médico, incluso aunque éstos ya hubieran superado la mayoría de edad. Obviamente, resulta más difícil plantear preguntas sobre sexo y demás temas íntimos con tus padres delante.
En la actualidad, Gunilla cree que los padres son menos sobreprotectores. Lo aduce a que los cardiólogos pediátricos están hablando directamente con los niños más frecuentemente y a edades cada vez más tempranas. Así pues, los niños están mejor informados y preparados para asumir la responsabilidad de su cardiopatía y los padres pueden relajarse y tomar algo de distancia.

“Los cardiólogos pediátricos son fantásticos en lo que al cuidado del niño respecta, tratan con toda la familia y la ayudan pero ha llegado el momento de pensar en los adolescentes de un modo un poco distinto, de verlos como semiadultos y como pacientes relativamente independientes”.
Enfocarlo así también supone comenzar a ganar adherencia en cada vez más clínicas de cardiología pediátrica.

Sobre Gunilla Andulv

Gunilla Andulv comenzó su trayectoria profesional como enfermera en 1981 centrando su actividad principalmente en la cardiología. En 1997, comenzó a trabajar con adultos con cardiopatías congénitas en el centro recién inaugurado para este tipo de pacientes en Gotemburgo. Gunilla afirma estar orgullosa de haber participado en el desarrollo del centro y lo que más le gusta de su trabajo es conocer a diferentes tipos de personas.

Autor(es): Ulrika Hallin
Última actualización: 2009-07-07

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