Tu hijo padece una cardiopatía

Las palabras retumban en tu cabeza. El médico parece preocupado al repetir: “Tu hijo tiene una cardiopatía congénita" y, entonces, dejas de escuchar. Un instante después, el mundo se te viene encima. Así es como muchos padres describen el momento en el que se les comunica que su hijo padece una cardiopatía congénita. A continuación, tras el primer periodo de pánico, preocupación, ansiedad y miedo, surge una necesidad imperiosa de comprender y saber más sobre la enfermedad y sobre cómo es vivir con una cardiopatía congénita. Leyendo y asimilando la información, se combate la ansiedad. Saber que no estás solo es otra forma de asumir la situación. En Corience, encontrarás mucha información sobre cardiopatías congénitas y sobre cómo es la vida con un niño enfermo del corazón.

Mi bebé sufre una cardiopatía

Absentismo, discriminación y dificultades de integración social son algunos de los principales problemas que tienen que afrontar en la escuela los niños que padecen una cardiopatía congénita.

Todo sobre la salud de niños con CC

Las personas con cardiopatías congénitas precisan asistencia médica de por vida. Normalmente, ir al médico o al hospital provoca miedo y ansiedad. Así pues, es muy importante asimilar bien lo que está pasando para reducir ese temor.

Normales pero distintos: vivir con un niño con CC

Vivir con un niño con cardiopatía congénita tiene un efecto sustancial en toda la familia y la vida diaria puede estar, a veces, llena de retos y preguntas. Esta sección ofrece información profunda y consejos útiles sobre cómo hacer que la vida con una cardiopatía congénita sea más fácil.

Crecer: tú y tu adolescente con CC

Como padre puedes estar preocupado o frustrado por tu adolescente con cardiopatía congénita. Quieres saber qué está pasando y, quizá, te preguntes si realmente se puede confiar en que un adolescente tome responsabilidad sobre su cardiopatía. Pierde cuidado de que la mayoría de adolescentes efectivamente son capaces de ser responsables, pero durante la transición de niños a adultos es tu tarea asistir a tu hijo en su cuidado.