¿Son saludables los deportes para los niños con cardiopatías congénitas?

Sabine Schickendantz (© Privado)

Entrevista con la Dra. Sabine Schickendantz, cardióloga pediátrica, Universidad de Colonia, Alemania.

Los padres y los médicos, a veces, no están seguros sobre la intensidad y el tipo de ejercicio que es recomendable para los niños con cardiopatías congénitas (CC). El proyecto piloto de Colonia –Deportes para niños con cardiopatías congénitas- te lleva a concluir que no es apropiado recomendar un tipo de deporte específico para los niños que presentan esta patología. ¿Podría, por favor, explicar por qué?

Todos los deportes se pueden practicar con distintos niveles de intensidad. Estos van desde las actividades de recreo hasta los deportes de competición. Sugerir un tipo específico de deporte no puede limitar la intensidad con que se va a practicar.
Los deportes se pueden categorizar como estáticos o dinámicos. Todos los deportes se caracterizan por tener componentes tanto estáticos como dinámicos, pero hay muchas diferencias. Algunos deportes tales como el culturismo, el tira y afloja con la cuerda, el submarinismo y el montañismo son más estáticos, mientras que la gimnasia, el fútbol, el ciclismo y el footing son más dinámicos. Con los deportes de intensidad estática, algunos pacientes pueden necesitar respirar con mucha presión. Esto es algo que debe ser evitado a toda costa por los niños con cardiopatías congénitas porque, entre otras cosas, lleva a un incremento de la presión en el lado derecho del corazón, lo que conlleva un riesgo de arritmias cardiacas serias. Por tanto, el componente estático del deporte no debe ser demasiado predominante; es decir que, en los deportes que se caracterizan por ser fuertemente estáticos, los movimientos deben realizarse a baja intensidad.

¿Qué criterios se deben seguir a la hora de recomendar un deporte?

Los deportes se deben recomendar de acuerdo con los resultados clínicos tras la cirugía. Por esta razón, la actividad física ha sido rigurosamente clasificada en base al resultado de la operación. Cada categoría establece qué intensidad en el deporte se permite para cada niño en relación a su diferente resultado postoperatorio. El peligro del sobreesfuerzo es menor que la incapacidad del niño de mejorar su rendimiento por culpa de su limitada capacidad cardíaca. La categoría asignada le puede causar más adelante, por ejemplo, una evaluación injusta en el colegio. Si la enfermedad cardíaca es tan severa que requiere de cirugía, se debe evitar el deporte hasta que se realice la cirugía. No se debe practicar ningún tipo de ejercicio de tres a seis meses después de la operación y hasta que la herida se haya curado completamente de forma natural.

¿Ha habido algún cambio en las recomendaciones relativas a la práctica deportiva en los últimos años?

Tras la evaluación de los deportes, se han producido algunos cambios en los últimos años tendentes a relajar las recomendaciones. Por ejemplo, los deportes que requieren de máquinas, como los que se usan en los gimnasios, normalmente no se recomendaban a las personas con cardiopatías congénitas, hasta ahora, debido a su relativamente alta naturaleza estática. Sin embargo, este tipo de deporte refuerza el desarrollo uniforme de los músculos. Si el ejercicio se realiza correctamente bajo supervisión profesional, y la circulación vascular no se carga demasiado para prevenir la subida de la alta presión respiratoria (por ejemplo, usando pesas pesadas), estos deportes parecen más beneficiosos que perjudiciales. De la misma manera, la escalada y la navegación se permiten ahora, si el componente estático se mantiene al mínimo.

¿Qué ocurre con los deportes de competición y la participación en clubes deportivos?

Para algún tipo de resultados clínicos postoperatorios, los deportes competitivos deben evitarse. Existe el riesgo de que los niños traspasen sus límites en circunstancias de competición (pero no durante los entrenamientos). Es más, la competición no parece ser un elemento necesario para el desarrollo neuromuscular.
La participación en los clubes deportivos no se debe descartar completamente debido a su importante papel social como punto de encuentro y de pertenencia a un equipo. Entrar a formar parte de un club deportivo que está pensado para chicos con discapacidad puede ser una buena solución para niños que tienen restricciones físicas severas. El que el club deportivo sea más o menos apropiado dependerá de lo bien que se haya informado al entrenador. El entrenador debe asegurarse de que el niño, cuando está en el grupo, no se excede. En la mayoría de los casos no surgen problemas, por ejemplo en los grupos de fútbol de los niños más pequeños (que en Alemania se denominan “grupos bambini”). Pero a la hora de tomar una decisión, se debe tener en cuenta que el niño puede no ser capaz de estar a la altura de los demás más adelante y que, por tanto, tendrá que abandonar el grupo, lo cual puede ser un motivo de frustración para el pequeño.

¿Cómo resumiría sus recomendaciones?

• La prohibición total de las actividades deportivas sólo es necesaria en casos muy concretos.
• Siempre que sea posible se debe permitir la práctica deportiva.
• Las recomendaciones no deben basarse tanto en el tipo de cardiopatía, sino que deben partir de los resultados postoperatorios.
• Las sugerencias no deben depender tanto del deporte, sino de la intensidad con la que se practique.
• Se les debe explicar claramente a los niños y a sus padres las restricciones que se les impongan, para que puedan entender los motivos de dichas limitaciones. Esta actitud puede propiciar que el niño respete más cualquier limitación.